

De esta manera, como inicio es importante destacar que los tres símbolos mencionados anteriormente se fueron desarrollando durante la época de la Independencia en México (1810), dando como consecuencia (luego de incontables intentos), la obtención de un estado libre y soberano, independiente de la colonia española. Es entonces, que la primera bandera de México se consideró como propia en aquel Grito de la Independencia.
Comenzaremos haciendo hincapié en los colores de la bandera: verde, blanco y rojo, los cuales están divididos en tres franjas de forma vertical, con medidas exactamente iguales (cuatro a siete). Según se cree, dichas tonalidades fueron asignadas bajo un determinado concepto para cada uno de ellos. El verde significa esperanza, el blanco unidad y el rojo, la sangre de los héroes nacionales.
En cuanto al Escudo Nacional, se ubica en el centro de la bandera y está constituido por un águila mexicana, observando su perfil izquierdo, con las alas bien altas y desplegadas (simulando actitud de combatiente) y con las plumas rozando la cola. Tanto las garras como el pico están demostrando la acción de devorar a una serpiente curvada y, finalmente, dos ramas forman un semicírculo en la parte inferior, las cuales se encuentran unidas por medio de un listón con los tres colores correspondientes a la bandera de México.
Hoy en día, muchas personas siguen manteniendo la posición de que al realizar la bandera mexicana, se optó por introducir el Escudo Nacional en el centro de la Bandera de Italia, lo que hace que ambas posean los mismos colores, aunque la de México contiene tonos más opacados y oscuros.
Foto: Esparta